En el primer trimestre del año, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) lleva más de 1.100 sitios monitoreados para la detección temprana de la langosta sudamericana. Además, ya se realizaron unos 100 tratamientos para el control de los focos de esta plaga voraz y de gran capacidad reproductiva, que constituye un alto riesgo para la actividad agropecuaria.
Estos datos surgieron durante el último encuentro del Comité Nacional de Crisis, que se llevó a cabo para prever acciones futuras ante posibles explosiones demográficas de la plaga y para fortalecer las tareas preventivas que se vienen realizando, como el monitoreo para la detección temprana y los tratamientos para el control de las langostas en estados juveniles.
Participaron unos 60 representantes de organismos públicos, de provincias y productores, así como también referentes de los servicios sanitarios de Brasil, de Paraguay, de Chile y de Uruguay. Allí, el Senasa presentó el estado de situación de la plaga y se hizo especial hincapié en la necesidad de continuar fortaleciendo el monitoreo, la comunicación ante la detección de langostas y la realización de tratamientos durante el estado juvenil en el que se encuentra la plaga en este momento, que es cuando más efectivos resultan.
También se comunicó que hasta el momento no se formaron mangas, que tienen una capacidad de dispersión de hasta 150 km/día. Se puso énfasis en la necesidad de continuar las acciones que se vienen realizando para estar preparados y para poder reaccionar rápidamente ante la ocurrencia de la formación de mangas en estado adulto -cuando pueden volar-.
Además, se destacó el trabajo conjunto que se viene desarrollando con las provincias, con los productores y con las autoridades de los países de la región para el manejo de esta plaga migratoria y transfronteriza.
El Senasa impulsó la implementación del Sistema de Alerta por Langostas en la región, el cual permite a los países que integran el Comité de Sanidad Vegetal del Cono Sur (Cosave) estar comunicados respecto de la situación de la plaga e incrementar su capacidad de respuesta.
Mediante este sistema, aquellos que se dedican a la producción agrícola, ganadera y apícola en la Argentina reciben avisos si están en un área de riesgo por langosta. Desde el campo y por medio de una aplicación móvil, los equipos de langosteros cargan los datos resultantes del monitoreo.
El sistema toma esa información y emite las alertas, tanto nacionales como de países limítrofes. Los productores reciben un correo electrónico con un mapa de la ubicación de la plaga y las recomendaciones que deberán seguir.
Para recibir estas notificaciones en la Argentina, el único requisito es tener actualizada la información correspondiente en el Registro Nacional Sanitario de Productores Agropecuarios (Renspa), que abarca todas las actividades agrícolas ganaderas y forestales y asocia al productor con la producción y el predio, y en el Registro Nacional de Productores Apícolas (Renapa).
A fin de mejorar los sistemas de repuesta, el Senasa con apoyo del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura y del Comité de Sanidad Vegetal del Cono Sur puso a disposición esta herramienta para que sea utilizada por los países de la región que enfrentan la problemática de langostas.
A fines de febrero, el Senasa declaró el estado de alerta fitosanitaria para llevar adelante medidas de prevención para la detección y para el control de langostas, y para atenuar su impacto en la naturaleza y en la producción vegetal, debido a una detección temprana de la plaga en varias provincias, así como también en Bolivia y en Paraguay.
Esta declaración posibilita coordinar con organismos nacionales, con las provincias y con el sector privado el trabajo en terreno a nivel local para acentuar las medidas de detección y de control temprano que impidan o disminuyan el perjuicio de la plaga en cultivos, pastizales y flora nativa, así como también la invasión a centros urbanos.